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martes, 5 de junio de 2012

Hoy le toca a él



     Hace algo así como un mes os puse la receta de la sangre encebollá y, cómo os decía, a los pocos días tenía que hacer los higaditos para mi hijo. Y así fue, los hice a la semana siguiente, pero hasta ahora no he podido sacar las pocas fotos que hice, que casi se me olvidan (y es que tengo la cabeza... donde no debo).

     Los higaditos y corazones de pollo los podemos encontrar en el mercado sueltos o en tarrinas, pero ya es muy difícil encontrártelos en el pollo propiamente dicho. Cuando yo era pequeña el pollo limpio traía de todo, y digo de todo menos plumas, porque sobre la marcha le quitaban las tripas para tirar, y preguntaban si querías lo demás. Mi madre lo aprovechaba todo. El domingo siempre había pollo, pero como el sábado había cocido,  mi madre le echaba las patas (no los muslos, las patas), tras haber pasado por la correspondiente "manicura" y que estaban destinadas a ser consumidas por mi hermana (le encanta rebañar un hueso...), y la cabeza, porque a las dos nos gustaban los sesos del pollo, así que aquí íbamos por toca... Como al cocido le gustaba echarle gallina en vez de pollo, había veces que teníamos premio con los huevos, aún formándose, que traía.  El resto quedaba para el día siguiente.

     Además de los consabidos muslos (para mí), alitas (para mi hermana), pechuga (para el que le tocara)... también nos repartíamos la casquería: los higaditos para mi hermana, el corazón y los riñones para mi padre, la molleja para mí... y el pescuezo había que cortarlo a la mitad para las dos... mi madre, la pobre, se comía lo que los demás no habíamos elegido y es que, como ella y mi padre decían "el caso es comer".

     Hoy en día tenemos que comprarlo todo aparte, y eso si lo encuentras, porque los pollos están tan higienizados que ya ni tienen vísceras... Tendríais que ver la cara que ponen mis hijos cuando consigo comprar un pollo y pedir que le dejen el pescuezo, y a la hora de comer me ven buscar el pescuezo y disfrutar rebañándolo... alucinan sin casi creérselo y con cara entre extrañeza y asquito...

     ¡En fin!, creo que más vale dejarse de recuerdos e ir a por la receta. Esta vez aproveché que encontré mollejas, que por cierto ya no hay que limpiar, así que parte del rito se pierde...( a mí me gustaba limpiarlas, ¡rara que es una!), y compré una tarrina, ya que a mí me gustan mucho.


   HIGADITOS Y MOLLEJAS DE POLLO




   Ingredientes:

     - 1 tarrina de mollejas de pollo (unos  300 gr) (opcional)
     - 2 tarrinas de higaditos de pollo (unos 600-800 gr)
     - 1 cabeza de ajos
     - 1 buen puñado de perejil
     - 1 vaso de vino blanco
     - sal
     - pimienta (opcional)
     - aceite de oliva


   Preparación:

     Primeramente lavamos bien las mollejas y los higaditos, y a estos últimos le quitamos la grasa que puedan traer. Después los cortamos en trozos  y los ponemos en dos recipientes distintos, las mollejas por un lado y el resto por otro, y aprovechamos para quitarle  la vena que está dentro del corazón si no nos gusta.  De esto no he podido hacer fotos porque estaba sola y es bastante pringoso para hacer otra cosa al mismo tiempo.

     Pelamos y picamos los ajos bastante menudos.  Ponemos aceite en una cacerola y, cuando esté caliente, ponemos los ajos, le damos unas vueltas y añadimos primero las mollejas que son más duras. Las dejamos rehogar bien. Si no ponemos mollejas, pasamos directamente al siguiente paso.



     Cuando hayan cambiado de color, les unimos los higaditos y le vamos dando vueltas con cuidado para que no se deshagan. Se dejan hacer unos 10 min.



     Se le añade el perejil picado, la sal y la pimienta si nos gusta.  Agregamos el vaso de vino blanco y, cuando se evapore, dejamos cocer entre 15- 20 min a fuego medio y tapado para que no se sequen demasiado. Si vemos que se va quedando seco podemos añadir un poco de agua.


     Cuando veamos que al partirlos no están ya de color rosa se apaga el fuego y se sirve inmediatamente.

     Podemos acompañar con arroz blanco, con patatas fritas o simplemente con una ensalada.

     Aunque hay pocas fotos espero que se haya entendido bien.

    ¡¡¡Buen provecho!!!

1 comentario:

Marga Morguix dijo...

Esto a mi marido le encanta, con arroz o con patatitas.
Un besote.

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