Blogging tips

martes, 24 de diciembre de 2013

Felicidades



     Me adelanto por si no puedo entrar mañana.


Os deseo una Feliz Navidad, en compañía de vuestros seres queridos y que el Niño Jesús nos renueve a todos

Felicidades


     Y comed, pero no demasiado...


sábado, 14 de diciembre de 2013

Sopa roja



     Hace unos días leí un comentario en un blog en el que se preguntaban cómo debían ser los antedichos blogs, si debían ser más textuales o más visuales, si había que ir al grano o se podía "divagar" de alguna manera, si debía primar sólo la información o se podía dar rienda suelta a ciertos sentimientos.

     Me hizo gracia porque a veces una se plantea si lo que hace está bien o no, si interesa a los demás o no, si el número de visitas o de comentarios es directamente proporcional  al cariño con que haces una entrada....

     Había opiniones para todos los gustos, como era de esperar, pero había un comentario en el que alguien decía que lo que quería era la receta directamente y que se olvidaran de la palabrería.  Me hizo pararme a pensar, y yo, que si algo soy es respetuosa, me aguanté las ganas de contestarle, porque al fin y al cabo cada uno opina como siente. Y a mí me gusta leer lo que escriben los demás, ya que si alguien se abre a nosotros, pienso que al menos debemos pararnos un ratito a ver cómo sienten.

     Me surgió entonces una duda: ¿debemos hacer lo que queremos o lo que quieren los demás?, es decir, ¿debemos decir, contar, mostrar lo que sentimos o aquello que esperan de nosotros?, en definitiva ¿el blog es mío o es ajeno?.

     Cuando me pregunto, yo suelo contestarme sola, así que me dije que si hice un blog es porque deseaba contar cosas, enseñar cosas, que alguien más pudiera disfrutar de lo que hago o cuento, que tengo activados los seguidores y el número de visitas porque a mi niña le hacía ilusión ( y no quiere decir que no lo agradezca) y a mí me hacer saber que no estoy sola, pero no gano dinero por el número de ellos...

     Por lo que ya sabéis: si sólo queréis la receta, os vais directamente a ella, si queréis leer lo que pongo antes lo leéis (si os agrada mejor), si queréis comentar lo hacéis y si no, pues no, que yo no me enfado, porque yo tampoco puedo dejar siempre comentarios allá donde voy. Y al final te alegran el día cuando recibes en una entrada un comentario anónimo que te dice "Gracias desde Canadá".

     Pero ahora nos vamos con esta receta que oí en la radio hace mucho tiempo. Ya no recuerdo ni cómo se llamaba, pero mis niños le empezaron a llamar "la sopa roja" cada vez que me la pedían. ¡A ver si os gusta tanto como a ellos!


     SOPA ROJA





   Ingredientes:

     - 1 berenjena
     - 1 calabacín
     - 1 trozo de calabaza
     - 1 cebolla
     - 2 dientes de ajo
     - 1 lata de tomate triturado grande
     - aceite de oliva
     - sal y pimienta blanca
     - caldo o agua
     - huevos cocidos
     - jamón picado.


   Preparación:


     Se pican la cebolla y los ajos y las verduras se lavan y se cortan en trozos.

     Ponemos a calentar el aceite en una olla y rehogamos la cebolla y los ajos picados, agregándole a continuación el tomate triturado.



     Cuando cueza unos 10 minutos, removiendo a menudo para que no se agarre el tomate, añadimos el calabacín, la berenjena y la calabaza. Se remueve bien unos minutos, para que se mezcle todo, y se cubre con caldo o agua.



     Dejamos cocer hasta que la verdura esté tierna y bien integrada ( unos 30 min). Apagamos el fuego y lo trituramos (¡cuidado con las salpicaduras que quema bastante!)



    Servimos y agregamos huevo y jamón picados al gusto.



    Como se puede ver bien sencilla y muy buena...

¡¡¡Buen provecho!!!



sábado, 7 de diciembre de 2013

Arroz con costillas



     Ya sé, ya sé: nos pasamos de calorías, pero ¡qué ricas están!.

     Las costillas están buenas como sea: en la barbacoa, con patatas, con arroz, con tomate, en salsa como las chuletas...

     Me gusta cuando se separan del palo, señal de que están tiernas, pero si alguna no lo suelta no importa, yo le hinco el diente mientras me río al mirar a mi marido con cuchillo y tenedor peleándose con la costilla... la batalla la he ganado yo: mi hijo le echa los dedos y los dientes... pero siempre hay un ¡ay!: la niña no las quiere porque es carne (¡sin comentarios!) y se come el arroz solo y algún trocito de carne, sin hueso ¡faltaría más!, para cubrir el expediente... ¡ella se lo pierde!.

     A pesar de lo buenas que están las pongo muy de tarde en tarde, ya sabéis: no se puede abusar.



     ARROZ CON COSTILLAS





   Ingredientes:

     - Medio kilo de costillas de cerdo (o el kilo entero y así tenemos para 2 veces)
     - arroz (unos 300 gr)
     - 1 cebolla
     - 3 o 4 dientes de ajo
     - 1 tomate
     - 1 pimiento rojo y/o verde
     - 2 hojas de laurel
     - perejil
     - sal
     - cúrcuma (o azafrán)
     - vino blanco
     - caldo o agua
     - aceite de oliva


   Preparación:

     Yo esta vez compré una costilla entera y la preparé toda para sacar la base para otro día.



     Ponemos el aceite a calentar en una cacerola. Agregamos el ajo y el laurel y le damos unas vueltas.



     Le añadimos la cebolla y cuando esté pochada ponemos en la cacerola el pimiento, el tomate y el perejil. Como se puede ver yo no tenía ningún tomate maduro, así que como cada vez que me sobra tomate triturado de lata (o si trituro tomates maduros que están de oferta) lo congelo en estos recipientes que son el equivalente a un tomate hermoso, pues tiré de congelador.



     Cuando esté hecho el sofrito agregamos las costillas ya cortadas, claro, y las doramos.





     Una vez que pierdan el "color de carne cruda", ponemos el vino blanco. Yo lo hago a ojo, pero podéis poner medio vaso.



     Después de que se evapore el vino tapamos la olla y lo ponemos a fuego lento hasta que se pongan tiernas, removiendo de vez en cuando y añadiendo un poco de agua o caldo si fuera necesario. Dependerá del tamaño de las piezas y de la calidad de la carne.

     Este es el momento en el que yo separo las raciones: una para el día, y otra para congelar y tener preparada para un día que no tengamos tiempo... y de paso ahorramos energía (y "enguarramiento" de cocina).



     Ponemos el arroz y lo rehogamos un poco.



     Agregamos el caldo (o agua) que nos haga falta, la cúrcuma y la sal; y dejamos que cueza hasta que el arroz esté en su punto.



     Rectificamos de sal si hiciera falta, y le ponemos pimienta blanca molida si nos gusta. Dejamos reposar cinco minutos y servimos.




¡¡¡Buen provecho!!!




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