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domingo, 18 de marzo de 2012

En Cuaresma: Torrijas de vino

   Nada mejor que empezar un blog con un plato tan rico como las torrijas.

   Todas sabemos que no hay nada más peligroso para la economía doméstica que dejar que un hombre solo haga la compra, y si son dos, más aún. Traen lo que se les da en la lista, lo que se acuerdan que falta y lo que ni se les encarga ni falta... Y que conste que no es un comentario machista, sólo económico, porque al fin y al cabo  no les importa ir a la compra.

   Pues ayer se fueron a comprar mi marido y mi hijo y, entre otras cosas, compran pan de torrijas, porque mi marido dice que quiere aprender a hacerlas... con lo que eso implica: yo dejo para otro día lo que tenía planeado hacer hoy, yo organizo la cocina, yo hago la mayor parte del trabajo, yo riño porque no me echan cuentas, ellos dicen que no les dejo hacer nada... en fin, menos mal que después recogieron ellos.

   Esta receta de torrijas es muy simple, y es menos complicada que otras que yo hacía antes. Llevan vino, así que cuidado con los niños;  yo antes hacía estas para los mayores y de leche para los niños, pero ya sólo de estas. Me la pasó una vecina, a la cual se la había dado un confitero, que las hacía así en su negocio.

  Algo importante para empezar: el vino que no sea de los buenos, sino del que se usa para la cocina, para que no dé demasiado sabor; además comenzar con las cantidades de huevos y vino que indico, y si hace falta  vais añadiendo a razón de un vaso de vino por cada huevo que pongáis.

   TORRIJAS DE VINO






   Ingredientes:

          - 1 pan de torrijas grande
          - 3 huevos
          - 3 vasos (de los de caña) de vino blanco corriente
          - sal
          - la cáscara de una naranja (con la menor parte blanca que podamos)
          - aceite para freír
          - miel

   Preparación:

   Comenzamos poniendo a freír la cáscara de naranja en el aceite hasta que esté dorada y dejamos enfriar. Esto podemos hacerlo con antelación o bien sacar dos o tres cucharones grandes en un pequeño cuenco o taza para que se enfríe antes el que necesitaremos.

Aquí veis el tamaño del vaso

Aceite frito enfriándose

   En un bol batimos los tres huevos, añadimos el vino, una pizca de sal y una cucharada del aceite frito ya frío  para que no cuaje el huevo, y mezclamos todo bien.


Añadir una cucharada del aceite

   Pasamos las rodajas de pan por la mezcla dándole dos o tres vueltas y ponemos a reposar en una fuente, bandeja, rejilla o lo que tengamos a mano ( en la encimera no, que se guarretea mucho). Mientras calentamos el aceite.


Entre dos se termina antes

Para esto sí suelta la cámara  ;-)

   Cuando el aceite esté caliente de nuevo se ponen a freír las torrijas hasta que estén doradas.  Las sacamos y las ponemos a escurrir. A mí no me gusta ponerlo sobre papel, sino en una fuente con un plato pequeño boca abajo como me enseñó mi madre: de esta forma escurre pero sin quedarse demasiado seco, pero podéis hacerlo como queráis, todo va en gustos. Después lo vamos pasando a otra fuente para que no se apelmacen.




   Una vez que están todas fritas pasamos a enmelarlas. En una sartén o cacerola baja ponemos la miel y le añadimos un poco de agua y unas cucharadas del aceite de haber frito las torrijas. Esto se suele hacer un poco a ojo. En este caso yo he utilizado para 2 paquetes pequeños (aprox. 10 rebanadas c/u) de pan de torrijas del Mercadona, 4 huevos y 4 vasos de vino, un bote de miel de 500 gr, la mitad del bote de agua porque no era de este año y estaba un poco más espesa, y unas tres cucharadas grandes de aceite.




   Se mezcla muy bien la miel , el agua y el aceite, y se pone a calentar. Cuando esté templado vamos pasando las torrijas y las vamos reservando en el recipiente en que las vayamos a guardar.

¡¡¡Que no empapuche demasiado!!!

   Una vez que estén todas, si sobra miel se le echa por encima a las torrijas, y si no se puede hacer un poco más de miel. Dejar enfriar y después tapar.



   Como veis en esta foto, queda empapada por dentro, pero no "chorrea", que es como a mí me gustan, si las queréis con más miel, pues le añadís más. Las podéis tomar con leche, para refrescar, o con vino si os gusta.


   Y ya está.

   Espero que los que no estéis habituados a la cocina lo hayáis entendido y os haya resultado útil; y a los que ya saben, pues que no les haya parecido aburrido con tanta foto.

   Que no engordéis y hasta otra.

   ¡¡¡Buen provecho!!!

2 comentarios:

Mari Cruz dijo...

jajaja muy ricass sisi
mamá la verdad es que eres digna de tener un blog, porque te sabes expresarte como nadie, además fijate ya con este hacen DOS. No como a mi que me faltan las palabras, aunque la verdad si no tengo ningún joby pues tengo poco de lo que publicar en fin que no soy capaz de acarrear uno voy a acarrear dos:D.
Muchisima suertes con este blog también y que te vaya tan bien como en el otro.

Nazareno de Negro dijo...

¡No estaban güenas ni ná!

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