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viernes, 11 de enero de 2013

Receta para cualquier día



     Para cualquier día, ya sea de fiesta o de diario.

     Esta receta la suelo poner de vez en cuando porque la verdad es que gusta mucho en casa, y más si mi querido "ezpozo" se decide a coger la máquina y cortarlo en lonchas finas, cosa que no suele pasar porque no da tiempo, ni a cortarlo ni a que dure, porque es un visto y no visto.

     Hay muchas formas de hacer la carne mechada pero, a pesar de que incluso me compré una aguja de mechar que utilicé sólo un par de veces, en Sevilla la carne mechada no lleva relleno (es decir, no va mechada realmente), se corta en finas lonchas y se come normalmente fría acompañada de su salsa si estamos en casa o en forma de montadito, con algún tipo de salsa y acompañamiento, frio o en la plancha, si vamos de bares.

     Cada uno la hace a su estilo y la que yo os pongo aquí es como la ponía una vecina aunque yo la dejo más tiempo macerando. La vecina que me la dio no era una vecina cualquiera, ya que la conocí a mis siete años cuando nos mudamos a Triana. Vivíamos en un bloque de pisos donde aún se podían tener las puertas abiertas durante el día y los niños jugábamos sin miedo en patios, plazas y calles, y visitábamos las casas de los amigos sin tener que llamar ni avisar porque siempre éramos bien recibidos, y si no, se nos echaba y no pasaba nada (que éramos muy pesados a veces).  En casa de Dolorcita siempre había algo puesto al fuego, un puchero, un potaje, un guiso... y, por supuesto, siempre pescado frito... y lo mismo te la encontrabas haciendo torrijas en agosto que leche frita en diciembre, porque cuando le apetecía a alguien de la familia, o del bloque, ella no miraba fechas, lo hacía y punto.  Con el tiempo nos mudamos, dentro de la misma calle, y al casarme volví al mismo piso, y ella seguía como siempre: en la cocina, su reino... así que algo aprendí de ella también.

     Para hacer esta carne lo mejor es la manteca blanca "de pueblo", es decir de la de la matanza, y si no, pues de la industrial, pero sí queréis menos grasa se puede hacer con aceite, pero al menos una vez hacedla con la manteca, que veréis el cambio en el sabor. ¡Ah! y es preferible hacerla la víspera de cuando se vaya a comer, con  lo que podemos tenerla preparada para un día que no tengamos tiempo de cocinarla.

     Y puestos a enseñaros una receta, también os muestro el cuaderno donde la guardo, decorado por el "ezpozo"



... con su correspondiente "Aviso premonitorio"



... y sus anotaciones



     Ya os iré enseñando más cuadernos.

     Para los que habéis pedido esta receta que puse en Nochevieja, aquí está:


     CARNE MECHADA




   Ingredientes:

     - 1 trozo de cabecero de lomo de cerdo en un solo trozo
     - 1 cebolla grande
     - manteca blanca de cerdo
     - pimienta negra en grano
     - vino blanco
     - sal

   Preparación:

     Lavamos la carne y la ponemos a macerar con bastante pimienta en grano y vino blanco en un tupper. Con un par de horas tenemos bastante, pero yo prefiero dejarlo de un día para otro, dándole vueltas de vez en cuando.


     En una olla ponemos una cucharada colmada de manteca de cerdo y la calentamos hasta que se derrita.



     En ella rehogamos la cebolla picada en cuadraditos o en tiras y cuando esté blanda ponemos la carne escurrida del vino. La salamos y le ponemos más pimienta en grano. Doramos la carne por todos lados.


     Añadimos el vino. Si el vino de la maceración está muy turbio lo desechamos totalmente, pero si no, lo aprovechamos y le ponemos un poco más para que le deje el aroma al evaporar.

     Tapamos y seguimos cociendo dándole vueltas hasta que esté bien dorada y tierna. Suele estar ya cuando al pincharla no sale sangre, sino líquido transparente.


     Si queremos podemos ponerlo en la olla a presión, según la experiencia que tengamos con ella. En una normal puede ser unos 30 min., yo en la ultra rápida  suelo tener bastante con unos 10 min para un trozo de algo más de un kilo.

     Sacamos de la salsa y la dejamos enfriar. Cuando vayamos a servirla la cortamos en lonchas.


     Yo la prefiero así, sola y fría; pero a mi marido le gusta fría y con la salsa caliente, que podemos triturar o no, eso va en gustos.


     Si no la acabáis (cosa que dudo) guardad el trozo sobrante, a ser posible sin cortar, en el frigorífico, separada de la salsa, envuelta en film transparente bien apretadito y después en papel de aluminio y os dura  tres o cuatro días. Si la guardáis cortada consumidla antes, y sobre todo ¡cuidado con los hijos que se pillan las rodajas para la tostada cuando no los ves desayunar!

     Ya me contaréis.

¡¡¡Buen provecho!!! y espero que hayáis tenido una buena entrada de año.


1 comentario:

Hermandad del Cristo de Burgos dijo...

¡Qué excelso dibujante! ¡Qué acierto en el color! ¡Cuánta genialidad en la composición!¡Y cuán simpar sutileza en los textos! Es que cuando hago algo...(firmado: el dibujante)

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